Abril despierta y las temperaturas invitan a salir y disfrutar del entorno. Descubre espacios naturales únicos de Cataluña donde la tierra y el mar son todo un espectáculo y también lugares donde se esconden 2.000 años de historia. Este 2018 vive la cultura en Cataluña y celébrala con nosotros en el Año del Turismo Cultural. Te esperamos.

Familias a la mar

Con la llegada del buen tiempo apetece acercarse al mar y probar una nueva experiencia. Navegar en un velero en familia para conocer la costa de Barcelona desde el mar. Solo tendrás que estar pendiente de si ves algún delfín y de disfrutar de la brisa marinera mientras un patrón experto lleva el timón del barco.

Durante la salida, de tres horas de duración, puedes parar para darte un chapuzón, tomar el sol o dejar que los niños hagan de capitanes del barco mientras los adultos compartís una copa de cava en alta mar. Si sois una familia marinera, apuntaos a ver las playas de Barcelona desde otra perspectiva.

Un paraíso del mundo vegetal

 El jardín botánico Marimurtra de Blanes es un paraíso vegetal con vistas al Mediterráneo que invita a recorrerlo junto a los niños. En sus cuatro hectáreas descubriréis tres jardines –de clima subtropical, templado y mediterráneo– y más de 4.000 especies originarias de cinco continentes. Algunas de ellas, muy singulares por su edad y dimensiones.

Este jardín botánico, uno de los dos únicos que hay en Cataluña, fue creado por el botánico alemán Carl Faust. Mientras disfrutáis del aire puro al lado del mar, rodeados de verde, también tomaréis conciencia de la importancia de la conservación y la biodiversidad que hace posible que existan estos paraísos naturales.

¿Mejillones u ostras? Tú eliges

 Si te apetece hacer una ruta marinera muy entretenida por la bahía dels Alfacs, prepárate. En la ruta de las Mejilloneras te espera uno de los rincones más vírgenes de Cataluña y un pequeño tesoro del Parque Natural del Delta del Ebro: su marisco. Después de un curso de iniciación, la navegación en kayak te lleva a recorrer viveros de mejillones y ostras.

Subido a una mejillonera verás cómo se cría este marisco. Después te invitamos a probarlo con una copa de cava en la mano, disfrutando de las vistas de Sant Carles de la Ràpita. Más tarde es la hora de ponerse las gafas y explorar el fondo marino de la bahía, observando de cerca nácares, algas y especies únicas en Europa.

El Delta del Ebro sobre dos ruedas

La brisa del mar, los arrozales, el canto de los pájaros de todo tipo, el olor del salitre y mucha agua y verde por todas partes. Si quieres vivirlo, monta en la bicicleta y apúntate a las rutas por el Delta del Ebro. Llegarás hasta la desembocadura del río por caminos agrícolas y carriles bici que te llevarán también a la isla de Buda, llena de eucaliptus y donde también hay muchos caballos, así como a las islas de Sant Antoni y el Garxal.

El camino de sirga, el trazado que utilizaban los antiguos navegantes del río Ebro para remontar las barcazas río arriba, se ha reconvertido en paseo fluvial. Si vienes en familia, es una ruta recomendable por su tranquilidad y facilidad.

Un poco de mar y un poco de íberos

 La cultura y el mar se dan la mano en este fin de semana familiar que os descubrirá dos grandes joyas del patrimonio ibérico de Cataluña, combinadas con jornadas deportivas y marineras. La experiencia empieza en Darró (Vilanova i la Geltrú) donde visitaréis el yacimiento de los cosetanos, un poblado íbero que vivió entre los siglos V y I aC. Después es momento para el agua: lanzaros al mar en open kayak dobles o patinetes de mar.

Al día siguiente toca probar una nueva modalidad náutica, el SUP (stand up paddle), que consiste en remar sobre una tabla similar a la de surf en la Escuela de Vela de Calafell y visitar la Ciudadela Ibérica de Calafell, un poblado ibérico totalmente reconstruido. Paseando por las calles y entrando en sus casas sabréis cómo se vivía hace dos mil años.