Si te apasiona la historia, y en particular la medieval, estas cuatro experiencias te van a fascinar. Te llevamos de viaje hasta la Edad Media recorriendo las cuatro provincias catalanas, de las Terres de l’Ebre al Pirineo, pasando por el interior de Barcelona y Girona. Monasterios, castillos e historia muy real… pero también ficticia. Porque si a los monjes, a las damiselas y a los caballeros les añadimos unos dragones, ¿qué podría salir mal?
A lo mejor las restricciones de movilidad actuales no te permiten vivir alguna de estas experiencias. Pero siempre es momento de inspirarse, de soñar con viajes y de planificarlos para cuando se pueda viajar de forma segura. Así que, ¿nos vamos a la Edad Media? Aunque sea solo con la mente…
La “Edad Media” aderezada con dragones: Juego de Tronos en Girona
Una vuelta por el casco histórico de Girona es de por sí un paseo por la Edad Media. Pero, ¿qué tal si le añadimos a ese escenario medieval una pizca de ciencia ficción y un buen chorro de conspiraciones para la conquista del trono de hierro y del poder sobre los Siete Reinos? Si todo esto te suena a chino, el tour de Juego de Tronos en Girona no está hecho para ti. Si, por el contrario, eres uno de los muchos fans de la ya mítica serie, que sepas que en la sexta temporada Girona aparece nada menos que en ocho de sus diez episodios.
Es la capital de los Siete Reinos –Desembarco del Rey–, pero también Antigua y Braavos. De Poniente a Essos, de escenario de las peripecias de Arya a las de Jamie Lannister. Gracias a la visita guiada, descubrirás curiosidades como la conexión entre la historia real y la ficción de los lugares que aparecen en la serie. También podrás ver cómo los sitios por los que estás pasando se “transforman” en los escenarios de Juego de Tronos ante tus ojos gracias a unas tablets.
Un milenio de historia…y tecnología del siglo XXI en el Món Sant Benet
Que en los alrededores de Barcelona hay monumentos históricos para dar y tomar no es ningún secreto. Así que, si te decimos que nos vamos a visitar un monasterio benedictino de más de mil años de historia, te va a parecer de lo más normal. Pero, no te precipites, que aquí también hay efecto sorpresa. No en forma de dragones pero sí de otros efectos audiovisuales.
Gracias a la experiencia medieval en el Món Sant Benet, visitarás uno de los conjuntos monásticos medievales mejor conservados de Cataluña de una manera de lo más entretenida. Hologramas, proyecciones inmersivas y otros efectos visuales y sonoros te acompañarán en una visita guiada de la mano del último abad del monasterio de San Benito de Bages. Así conocerás su historia mientras recorres sus estancias: de la iglesia a la cripta, pasando por la bodega o el claustro. Por cierto, fíjate en su capitel prerrománico, del siglo XI, y busca a San Benito.
El románico con mayúsculas de la vall de Boí
En la vall de Boí no hay ni tablets, ni dragones, ni tronos de hierro, ni efectos audiovisuales de ningún tipo. Bueno, mentira, hay uno espectacular en Sant Climent de Taüll que te dejamos como sorpresa. Pero, para efecto, el que tenía que hacerle esa maravilla de iglesias románicas que parecen caídas del cielo a los peregrinos que llegaban hasta el Pirineo en la Edad Media. A los peregrinos, y a los turistas que llegamos casi mil años después, claro. Aquí hablamos de románico con mayúsculas, un románico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Puedes reservar online las entradas a las cinco iglesias de la vall de Boí, por separado o en conjunto, aunque, si pasas por o sales de Barcelona, te aconsejamos la entrada combinada con el Museu Nacional d’Art de Catalunya. El museo tiene obras de arte de gran valor de todas las épocas, pero no deberías perderte su sección de arte románico. Entre sus muchas joyas, darás con las pinturas murales originales de algunas de las iglesias de la vall de Boí, incluyendo las del ábside de Sant Climent de Taüll.
Miravet y su castillo templario: mucho más que una postal
Si hablamos de fascinación por la Edad Media, no podíamos dejar de lado a los templarios. Y es que para evocadora, la historia de los caballeros de la Orden del Temple. Así que nos vamos a buscarla hasta las Terres de l’Ebre. Ahí nos espera Miravet, uno de sus pueblos más bonitos –la vista desde el Ebro es de postal de las buenas– y más ricos de historia.
Aquí hubo un poblado íbero y una fortaleza musulmana hasta que, allá por el siglo XII, llegaron los templarios y levantaron su propio monasterio-fortaleza. Podrás visitar las murallas y las diferentes estancias del castillo: las caballerizas, la cisterna, la cocina, el refectorio, los almacenes y, cómo no, su iglesia románica con el centro de exposiciones y de interpretación. La visita guiada al castillo de Miravet, además, incluye el antiguo centro histórico y el Palacio del Comendador con el Centro de Arte Joaquim Mir. Los frescos del palacio serán la sorpresa no medieval de esta última experiencia, que tampoco iba a faltar.
Qué te parece, ¿te vienes de viaje a la Edad Media?
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