Si tenéis ganas de aprovechar la Semana Santa con niños o de una escapada romántica, Cataluña ofrece tantas opciones como necesitéis. Aquí tienes 7 ideas para recorrer el territorio estos días de Semana Santa.
Actividades acuáticas en el País de los Cesetanos
Animaros a pisar las playas de Vilanova y la Geltrú y Calafell para estrenar la temporada de buen tiempo. Podréis moveros por sus aguas sobre un open kayak o con el tradicional patín, y descubrir una modalidad deportiva náutica denominada SUP remando sobre una tabla similar a la del surf. Todo ello aprovechando la escapada para conocer la ciudadela ibérica de Calafell y disfrutando de su pescado y marisco. Si todavía queréis más actividades por la zona de Barcelona, no os perdáis el Bosque animado de Catalunya en Miniatura, con 4 circuitos de aventura para saltar entre los árboles, o el emblemático Palau de la Música Catalana, que podéis recorrer con una visita guiada.
93 kilómetros de castillos en la Segarra
Si sois amantes del motor y queréis conocer la tierra de Marc Márquez, el campeón de MotoGP, no os podéis perder esta experiencia. Os alojaréis en una casa rural de la comarca y visitaréis ’93 Márquez’, el espacio expositivo sobre el piloto. Además durante dos días podréis hacer un recorrido muy especial para descubrir los castillos más impresionantes de los municipios de Cervera, Montfalcó, Torà o Florejacs, entre otros. Podéis aprovechar para disfrutar de la Passió de Cervera, un espectáculo ágil y moderno con más de 500 años de antigüedad en el cual participan más de 350 actores.
Gastronomía entre viñedos y bodegas
Pequeños y adultos podréis poneros las botas con esta escapada a Cornudella de Montsant, a los pies de la sierra de Montsant. Los niños podrán correr arriba y abajo por los viñedos que rodean esta localización y juntos visitaréis la bodega de Ronadelles (Cap de Ruc) para conocer el pasado y el presente del vino del Priorat. Al día siguiente, después de descansar en Lo Refugi, os deleitaréis con el menú Cap de Ruc del restaurante La Serra, que incluye una cata de tres vinos de su bodega. La escapada sigue en Tarragona: podéis descubrir todos sus rincones con la ruta del tren turístico o realizar una visita guiada por Tarraco, la antigua ciudad romana que se conserva.
Por aguas mediterráneas bajo la luz de las estrellas
Subid a bordo de un barco para recorrer la bahía de Palamós en plena noche. Distinguiréis en el cielo las diversas constelaciones con la ayuda de la tripulación, identificaréis la estrella polar que te indica dónde está el norte y descubriréis cómo se orientaban los barcos cuando no se disponía de tecnología. La ruta, de dos horas y media, acabará en la playa de Castell, donde os esperará una copa de cava para vosotros y música en vivo para que los niños canten, bailen y se diviertan.
La Garrotxa desde el aire
No hay una mejor manera de contemplar la belleza de la Garrotxa que despegando con un globo y observando los volcanes desde las alturas. Podéis disfrutar de esta experiencia única en pareja y continuar la escapada paseando en bicicleta eléctrica por la Vall d’en Bas. Pasad la noche en una casa rural y levantaos con energía, porqué pasaréis el día en un corral para conocer el oficio de pastor, ordeñar las cabras y visitar una quesería.
A caballo por la Costa Brava
Empezaréis la aventura con una ruta autoguiada en bicicleta y GPS por los caminos de Vilopriu, en el corazón del Empordà. Recuperaréis fuerzas con una buena comida en el encantador municipio de Peratallada y pasaréis la tarde en la ciudad ibérica de Ullastret, el yacimiento ibérico más importante que se conserva en Cataluña. Y al día siguiente, llegará el momento favorito de los pequeños: una excursión a caballo con vistas espectaculares a la Costa Brava.
Explorando el Prepirineo sobre 4 ruedas
Si no os atrevéis a recorrer con vuestro coche los caminos más complicados de las tierras leridanas pero os morís de ganas de hacerlo, aprovechad la oportunidad de alquilar un 4×4. Tienen una capacidad máxima de 3 personas, y os permitirán adentraros por rutas desconocidas con una gran recompensa: vistas increíbles en solitario. Recordad que estáis en el Prepirineo. Cerca encontraréis el Zoo del Pirineu, donde los niños podrán sorprenderse viendo, tocando o alimentando a más de 50 especies de animales autóctonos, desde buitres y halcones, hasta águilas salvajes o búhos.