Al pie de la sierra del Montsant
Rodeado de un paisaje que deja sin respiración, es fácil que te olvides del mundo. Los monjes cartujos de Escaladei debían seguir un precepto fundamental: realizar la búsqueda de Dios separados del mundo en absoluta soledad. Te invitamos a hacer un fascinante viaje al pasado en la sierra de la calma y del vino.
Cuando entras en los dominios de la Cartuja de Escaladei, el corazón te late más lentamente. Imaginas la vida cartuja y el espíritu contemplativo te invade. Estás en un rincón privilegiado del Priorat. La leyenda dice que un pastor soñó que en este lugar los ángeles subían al cielo por unas escaleras sobre un tocón de pino. De ahí el nombre. ¿Quieres saber cómo era la vida en este rincón del Priorat?
La visita al edificio es fascinante. Te guiarán por las ruinas de los tres claustros, la iglesia y una celda de los monjes reconstruida. Imaginar este lugar en pleno funcionamiento es emocionante. Tienes que hacer un ejercicio mental para proyectar la majestuosa cartuja al siglo XII, cuando funcionaba de forma autosuficiente.
Un grupo de viticultores visionarios
La cultura del vino está presente en el día a día del Priorat, sobre todo desde que un grupo de viticultores visionarios recogieron la herencia cartuja en los años 80 y renovaron la elaboración y la crianza del vino en esta zona. Siguiendo alguna de las rutas senderistas que recorren el Parque Natural de la Sierra de Montsant puedes contemplar la huella de esta revolución: las viñas se encaraman montaña arriba cultivadas en forma de terrazas y las bodegas son un elemento más del paisaje. Las rutas en bicicleta son otra de las actividades que tienen más tirón entre los apasionados del vino. A pie, en bicicleta o a caballo, los recorridos siempre terminan con una cata de vinos en alguna de las bodegas de la DOC Priorat o la DO Montsant.
¿Te apuntas?